07 noviembre, 2010

El cielo se desgarra

El cielo se desgarra en sus nubes grisáceas, llora a cantaros, abre los ojos de dolor en los relámpagos y grita agónicamente en los truenos.


Los anacronistas simplemente observamos esta tormenta como la señal de aquello que los dioses han vaticinado, sabemos que la hora prometida ha llegado, el momento de poder romper las cadenas del destino y forjar no solamente nuestra historia, sino la de todo un reino que cree en nosotros.



A la distancia, en el fondo del valle se observa como marchan los ejércitos hacia nuestro encuentro, no se molestan en buscarnos, pues saben que les esperamos, saben que solo queremos cambiar las cosas y a ellos aquello los llena de ese valor y coraje que tanta fama les da.



El momento ha llegado, y mis ojos no lo pueden creer, pero mi corazón está invadido por el fuego inflamado, y mis manos ya sostienen las espadas, que sea lo que nosotros queramos y podamos. Es la hora de aniquilar todas esas cadenas que nos oprimen, es la hora de borrar toda la historia de dolor y angustia que nos ahoga y surcar hacia la verdadera libertad.



El cielo llora con más fuerza, ruge con mas agonía y se desgarra completamente en cuanto ve que nos lanzamos directo al choque con aquellas armaduras y lanzas enfurecidas.



Somos solamente cuatro anacronistas, contra centenares de cronistas...pero que más da, pues cuando las espadas son levantadas por las esperanzas y los sueños, serán invencibles mientras aquellas esperanzas y sueños sigan vivos.

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