Así como los lobos corren libre por las estepas, nosotros avanzamos libre por las montañas...
El lobo acecha con silencio y con cautela a su presa
Nosotros contemplamos silenciosos y respetuosos a las montañas
El lobo espera el momento oportuno para lanzarse a la cacería
Nosotros esperamos pacientes a que la montaña nos invite
El lobo sabe en su corazón cuando es el momento de lanzarse a la gran cacería
Nosotros escuchamos en nuestro corazón el llamado de la montaña hacia la gran ascensión
El lobo se lanza frenético con la presa grabada en sus ojos
Nosotros avanzamos emocionados con la cumbre fija en los ojos
El lobo acierta con sus garras en la presa
Nosotros clavamos nuestros crampones en el hielo
El lobo no duda en dar la dentellada
Nosotros confiamos ciegamente en el piolet
El lobo clava furioso y certero sus colmillos y derriba a la presa
Nosotros clavamos orgullosos y humildes nuestro piolet en la cumbre y caemos a sus pies
El lobo aúlla en medio del silencio para reclamar su presa
Nosotros gritamos de alegría en medio de las alturas festejando nuestro logro
El lobo sabe que la manada es importante para cazar
Nosotros sabemos que sin una cordada no somos nada
El lobo mira a la madre luna y da las gracias
Nosotros agradecemos a la madre de las nieves perpetuas por dejarnos alcanzar las alturas
El lobo parte hacia el cubil llevando la presa como un trofeo
Nosotros bajamos hacia nuestros hogares llevando el recuerdo de nuestro pequeño triunfo
El lobo siempre limpia sus colmillos en busca de otra presa
Nosotros siempre miramos el piolet esperando el llamado de las alturas.
07 noviembre, 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario