"Me gustaría poder contarte todo lo que siento por ti, a pesar de lo poco que nos conocemos y lo mucho que sé de ti. Me gustaría poder decirte la verdad sobre mi joven corazón, como has llegado desde tierras lejanas para acercarlo a la distante realidad. Me gustaría poder revelarte todas esas extrañas sensaciones que envuelven mi alma cada pequeño momento que hemos compartido en los rincones de esta extraña ciudad. No sabes cuanto me gustaría poder abrirte mi corazón, al igual que como has abierto mi mente hacia la causa por la cual luchas, a comprender la cruel cadena que ata a mi pueblo hacia un destino incierto.
No sabes cuanto le agradezco al destino por haberte puesto en mi camino, no sabes cuan agradecida estoy de que tu mismo hayas sido capaz de forzar mi destino en busca de la felicidad de los demas.
Tambien debo reconocer cuanto miedo sentí cuando me contaste la dura realidad sobre tí, que eras el tan conocido "Eterno Anacronista" aquel que llaman el azote del desierto, cuyos poderes siniestros amenazaban a toda nuestra realidad, ni te imaginas cuanto miedo senti, pero no por mi vida, sino por la tuya. Por que andabas vagando solo y despreocupado en una isla donde facilmente podrías ser reconocido.
Te pido perdon por haberme escapado en ese momento, pues ese miedo me hizo perder... bueno me hizo perder algo más que mi sombrero...
Ahora te miro a través del espejo, el espejo en el cual los dioses consultaban su destino, ese destino que durante todo una eternidad los atormentaba, pero que al parecer en ti solo enciende las llamas de tu propio corazón que tanto anhela ser libre y tambien romper las cadenas del prójimo.
Dicen nuestros cantos del destino que en el pasado cuando el dios del rayo se reveló ante la muerte y la derrotó, siguió descendiendo hasta donde el mundo nuestro se conecta con las estrellas de lo infinito, y en ese lugar la diosa del espejo no le permitió continuar en la búsqueda de su hermano. Un detalle muy importante es que la diosa del espejo se enamoró perdidamente del dios del rayo al ver su determinación y gran impetú, pero jamás fué capaz de decirselo.
Yo tampoco soy capaz de decirtelo aún, pero si soy capaz de ver a través de este espejo por última vez mi destino, ver como me marcho de mi cuarto y me uno a tu causa, para romper las cadenas que atan a mi pueblo. Desde ahora en adelante yo misma forjaré mi destino a tu lado, sin importar lo que pase.
Lo siento Danizus, pero en el amor verdadero he encontrado la verdadera libertad."
Las cronicas de las guerras anacronicas, primera parte