La doble espiral

" Y un día el eterno anacronista despertó del sueño de sueños, se dio cuenta que realmente todo era una doble espiral, que sube y baja a la vez, en la cual todo es realidad e inexistencia a la vez, pero ahora nada existía, pero tampoco era inexistente... simplemente estaba, o realmente no estaba, el vacío.

Pero el anacronista cierra los ojos, pues con un dedo no puedes tapar el sol, pero si cerrando los ojos. Abriendolos nuevamente, a lo lejos divisa un manchón verde que crece hacia él, el anacronista acude hacia el manchón, que es realmente un prado de hierba muy frío, como recién bañado por el rocío, mas adelante hay otro manchón, pero de color rojo... realmente es otro anacronista, el corazón se lo dice al anacronista.

Este anacronista yace sentado en la fría hierba, dandole la espalda. Con solo dar un paso más, el anacronista desvanece la distancia y de pronto esta al lado del anacronista de rojo, pero aún no ve su rostro, pero si ve su maraña de pelo desordenado y siente el olor a yerba mate.

Simplemente sonríe, y lo saluda, el saludo resuena hasta el ultimo confín de este vacío donde la anacronía y el tiempo mismo, ya no son nada, entonces la doble espiral retoma sus vertiginosas revoluciones, un nombre desgarra el silencio en las montañas, y una garra metalica se clava con todo el deseo de vivir en la nieve dura.

Un suspiro sobre la nieve, y un nuevo grito que retumba en todas las alturas... ¡Gracias!"

Los eternos anacronistas, bosquejo capitulo "?"